Desc: La decadencia de Occidente: Dirigida por Chris Coffman. Con Chris Coffman, John Russell Herbert y Kathryn Winkler. A diferencia de todo lo que verás este año o cualquier otro, 'La decadencia de Occidente' es una alegoría social innovadora que desafía a su audiencia a explorar los efectos del condicionamiento contemporáneo; de los estereotipos y contraestereotipos que rodean la raza y el origen étnico. Al emplear una combinación única de humor absurdo y comedia oscura y seca, tanto la insularidad como la inercia de la sociedad progresista son puestas a prueba y ahorcadas en esta audaz película que llega a lugares a los que pocos han ido. La película mantiene su alegoría extendida y detallada, en la que el diseño físico de Manhattan cobra vida a medida que sus símbolos de Progreso se convierten lentamente en una cómica hipocresía liberal. Todo lo que "no está permitido" se utiliza para confrontar al público con hipocresía. El maquillaje juega un papel crucial a lo largo de la película, como bisagra que muestra simultáneamente a los personajes y la realidad existencial de los actores detrás de ellos. Una narrativa absurda construida a partir de esta ciudad simbólica se vuelve progresivamente más absurda hasta caer completamente fuera de control hacia una realidad oscura en todos los sentidos. Mira a tu alrededor: la película es de terror y aquí es donde realmente vives. A medida que el velo de la negación se retira en todos los sentidos, el proceso y la narrativa se fusionan en el autorismo godardiano/faulkneriano y a medida que las tendencias sociales son llevadas a sus fines lógicos a través del microcosmos de personajes dementes... finalmente, ¿qué se logra? La decadencia de Occidente, como predijo audazmente Oswald Spengler en su extraña pero brillante metanarrativa de 1922 que comparte título con esta película que sacude el tejido de la sociedad y expone su núcleo podrido, utilizando simultáneamente el absurdo, la alegoría y la metanarrativa existencial como armadura que retrata una Estética aversiva como si fuera el único recipiente digno de la verdad que te golpea en la cara con tanta fuerza..